AGUSTÍN SARDÁ Y LLAVERÍA


D. Agustín Sardá y Llavería
Veterinario, Abogado, Docente, Periodista
y Político Republicano
★Montroig (Tarragona), 19 de Septiembre de 1836
★Madrid, 5 de Marzo de 1913
Cuartel 2 - Manzana 11 - Letra B

Sepultura Agustín Sardá y Llavería. Cementerio Civil de Madrid. Foto: ©JavierJara

~ #necrológicasdelcivil ~
Por: Javier Jara 2024
Agustín Sardá y Llavería, nació el 19 de septiembre de 1836 en Montroig (Tarragona), hijo de Agustín Sardá, chocolatero de oficio y natural de Reus, y Teresa Llavería Borrás.

A lo largo de su vida, destacó por su excepcional rendimiento académico al completar con éxito tres carreras: veterinaria, magisterio y derecho. Aunque estableció bufetes en Valencia y Madrid, su verdadera pasión y dedicación se encontraban en el ámbito de la enseñanza, a la cual consagró los mejores años de su vida. Su legado perdura en la huella que dejó como educador, marcando la vida de aquellos a quienes impartió sus conocimientos.

Desde 1865 hasta 1897, Agustín Sardá se entregó de lleno al ámbito educativo como miembro destacado del profesorado de las Escuelas Normales. Sus primeros pasos como profesor los dio en Navarra, ganándose el afecto y la admiración de quienes tuvieron el privilegio de ser sus alumnos.

Su pericia lo llevó a dirigir la Escuela Normal de Maestros de Madrid, contribuyendo significativamente a la formación de nuevas generaciones de educadores. Posteriormente, asumió la dirección de la Escuela Superior de Magisterio, donde desempeñó un papel crucial hasta que su salud le indicó la necesidad de retirarse, momento en el cual se jubiló.

En su destacada trayectoria en la administración pública, Agustín Sardá ocupó varios cargos con probidad e inteligencia, dejando su impronta en los ministerios de Fomento y Gobernación. En el año 1873, desempeñó el rol de administrador de Correos, demostrando su habilidad y compromiso en la gestión de responsabilidades gubernamentales.

Durante el Sexenio, Sardá colaboró estrechamente con Luis M.ª Lasala, desempeñando un papel crucial en la creación y promoción de la Sociedad de Amigos de la Educación Popular. Juntos, llevaron adelante valiosos esfuerzos destinados a la alfabetización de adultos, contribuyendo así al progreso de la sociedad mediante la educación inclusiva.

Sardá desempeñó un papel activo en diversas instituciones clave para el desarrollo educativo y cultural de España. Su participación en la Junta para el fomento de la educación nacional, la Sociedad Geográfica y la prestigiosa Institución Libre de Enseñanza, de la cual fue miembro destacado, evidencia su compromiso inquebrantable con la causa educativa.

Además de su labor profesional, tuvo una destacada actividad en el campo del periodismo. Fue corrector de pruebas en el diario La Discusión, redactor de El Pensamiento Navarro y colaborador de El Tribuno, El Liberal y El País.

En el ámbito político, demostró un excepcional compromiso con sus principios, manteniéndose fiel a la causa republicana desde su juventud. Su estrecha amistad con Figueras se evidenció durante su tiempo como secretario de éste durante la I República, una relación que perduró como una lealtad inquebrantable hasta el momento de la muerte de Figueras.

Como miembro fundador destacado de la Sociedad Abolicionista de España, desempeñó un papel fundamental en la lucha por la redención de los esclavos en las Antillas españolas, así como en Puerto Rico y Cuba. Su dedicación a esta causa contribuyó significativamente a la abolición de la esclavitud en estas regiones.

Manifestación en Madrid en favor de la abolición de la esclavitud en las colonias españolas. 1 de febrero de 1873. Fuente: BDMemoriadeMadrid

En el ámbito legislativo, fue elegido diputado en 1873 por los distritos de Pamplona y Falset. Más tarde, en 1903, ascendió a senador en Tarragona, tras unirse con entusiasmo a la Unión Republicana y aceptar la liderazgo de Salmerón. Su trayectoria política se caracterizó por su coherencia y dedicación a principios republicanos, dejando una huella perdurable en la historia política de la época.

A pesar de su destacado papel como maestro y político, la verdadera grandeza de Sardá residía aún más en su calidad como ser humano, ubicándolo entre las personalidades más admirables.

Sepultura Agustín Sardá
El fallecimiento de Sardá tuvo lugar el 5 de marzo de 1913, siendo sepultado al día siguiente en la sepultura familiar del Cementerio Civil de Madrid. Descansa junto a su esposa, D.ª Mercedes Urribarri y Álvarez, quien partió el 29 de abril de 1905, así como su pequeño hijo Agustín Gabriel, cuyo prematuro fallecimiento ocurrió en 1891. Posteriormente, también se unió a ellos en la sepultura su hija Mercedes Sardá Uribarri,
(ver necrológica en este blog) quien demostró ser una leal heredera de los talentos pedagógicos de su padre. Este acto final reafirma la conexión íntima de la familia Sardá, tanto en la vida como en la muerte.

Y nada más, lector amigo.

Fuentes consultadas:
HEMEROTECA DIGITAL BNE
Suplemento a la Escuela Moderna. 8/3/1913
El Nuevo Régimen. 10/3/1913
El País. 7/3/1913

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