Gustavo Pittaluga - Sepultura

Gustavo Pittaluga
González del Campillo
Compositor, Director de Orquesta, Ensayista y Abogado
★Madrid, 8 de Febrero de 1906 ★ Madrid, 8 de Octubre de 1975
Cuartel 5B – Manzana ? – Letra A
![]() |
Sepultura de Gustavo Pittaluga -Cementerio Civil de Madrid- Foto: Javier Jara |
La música como refugio, como resistencia, como memoria.
Gustavo Pittaluga fue mucho más que un compositor: fue una conciencia musical de su tiempo, un intelectual de oído fino y pensamiento afilado, un exiliado que convirtió la nostalgia en partitura. Nació en Madrid en 1906, hijo del médico y científico Gustavo Pittaluga Fattorini, y desde muy joven habitó dos mundos paralelos: el del Derecho, que estudió, y el de la música, que lo definió.
Formado con Óscar Esplá y marcado por la influencia de Manuel de Falla, se convirtió en uno de los impulsores del neoclasicismo español. En 1930, pronunció una conferencia decisiva en la Residencia de Estudiantes de Madrid, auténtico laboratorio cultural de la Segunda República. Por sus salas habían pasado Federico García Lorca, Salvador Dalí, Luis Buñuel, María Zambrano o Severo Ochoa. En ese mismo entorno, Pittaluga presentó una visión audaz para una nueva música española. De aquel acto surgió el Grupo de los Ocho, un colectivo de jóvenes compositores que propusieron un arte moderno, cosmopolita y libre de las inercias academicistas.
Se casó con la actriz Ana María Custodio -ver sepultura en este blog-, gran figura del cine republicano. Juntos compartieron una época luminosa y un destino truncado. La Guerra Civil los arrojó al exilio: primero Cuba, luego México. Allí, Pittaluga canalizó su creatividad en el cine, componiendo la música de Los olvidados, por la que fue nominado al Premio Ariel en 1952. También participó en Viridiana, donde Buñuel volvió a desafiar al dogma con imágenes que Pittaluga envolvía en silencio o en estridencia, según lo pidiera la verdad.
En 1962 regresó a España sin ruido, tras más de veinte años de exilio. Se retiró de la vida pública, aunque nunca de la memoria. Murió en octubre de 1975, apenas semanas antes de la muerte de Franco, y fue enterrado en el Cementerio Civil de Madrid, espacio de reposo para quienes, como él, no se arrodillaron ante la historia. Un año después, Ana María Custodio fue sepultada junto a él en la misma tumba.
Gustavo Pittaluga no fue solo un músico. Fue un humanista del sonido, un vanguardista sin estridencias, un puente entre la cultura del compromiso y la música del porvenir. Su obra sigue viva, como lo están las causas que la hicieron necesaria.
Y nada más, lector amigo.
D.E.P.
![]() |
Sepultura de Gustavo Pittaluga -Cementerio Civil de Madrid- Foto: Javier Jara |
Comentarios
Publicar un comentario
GRACIAS POR TU COLABORACIÓN