CEMENTERIO CIVIL

 

Avda. de Daroca, 103 ~ 28032. Madrid 
 ☏ 91 510 84 64/69  

~Breve Historia del Cementerio Civil~ 
Javier Jara 2023


~El Origen~
A casusa del aumento de la población de Madrid y la extensión de sus edificaciones hasta más allá de los muros de los abandonados y poco salubres cementerios municipales existentes, cuya gestión administrativa había transferido el ayuntamiento a la Iglesia, la sociedad de la Revolución de 1868 se vio obligada a la necesidad de mandar construir una gran Necrópolis extramuros de la ciudad, de gestión municipal única. La Real Orden del 2 de abril de 1883 obligaba a erigir dentro de ella un recinto destinado a aquellos que murieran fuera del seno de la Iglesia Católica, hasta entonces enterrados en un inmundo “corralillo” destinado para tal fin en el Cementerio General del Sur, donde los cadáveres, abandonados a su suerte, eran macabro festín de aves y perros errabundos.

La comisión formada por el ayuntamiento para el proyecto de la "Necrópolis del Este” adquirió, para este fin, unos terrenos denominados “La Elipa”, situados en la zona oriental de la ciudad, sorteando el cauce del Arroyo de Abroñigal, en el entonces pueblo de Vicálvaro.

«Donde se soterran los muertos e tornan los huesos dellos en ceniza» 
Con este nombre presentaron los arquitectos Fernando Arbós y José Urioste, en el año 1877, el proyecto ganador para la construcción de la nueva Necrópolis. Sin embargo, debido a la paupérrima situación de las arcas municipales y la oposición continua de la iglesia, que veía peligrar sus ingresos funerarios, se paralizó hasta la inminente epidemia de cólera que amenazaba a Europa. Para abordar esta emergencia, se encargó de nuevo a Arbós y Urioste la creación de un cementerio de urgencia en estos terrenos, al que denominaron “Cementerio de Epidemias”. Aunque, seguramente debido a la severidad del nombre, popularmente se le llamó, y se le llama, “Cementerio de Nuestra Señora de la Almudena”.

Cementerio de Epidemias en construcción. ~Año 1884~ Izda: Civil ~ Dcha: Católico. Fotografía J. Laurent.

En este nuevo proyecto, se incorporó un terreno al otro lado de la carretera de Vicálvaro para la construcción de un cementerio civil destinado a los disidentes de la doctrina católica. Aunque el espacio era irregular, estrecho y se encontraba en pendiente, fue considerado un triunfo contra la intolerancia y un notable progreso. 

La apertura de este cementerio no solo marcaba un hito en términos de libertad religiosa, sino que también simbolizaba un paso significativo hacia la inclusión, la diversidad y el librepensamiento en la sociedad de la época.

Mucho duraron las obras hasta su inauguración el 9 de septiembre de 1884, siendo rey Alfonso XII y alcalde de Madrid D. Gonzalo de Saavedra y Cueto, —marqués de Bogaraya—. Se materializó con el entierro de Maravilla Leal González, una joven protestante cuya vida se vio truncada sin haber alcanzado los veinte años. No podemos saber con certeza la causa de su fallecimiento, ya que se ha especulado mucho al respecto: tuberculosis, cólera, suicidio... Este suceso no solo marcó el inicio físico del cementerio, sino que también sentó las bases emocionales de toda la Necrópolis del Este.

«La sepultura de Maravilla se alza en el cementerio civil como un recordatorio perenne de la fragilidad de la existencia y la universalidad de la muerte».

Sepultura de Maravilla Leal González ~ Cementerio Civil ~ Sepultura fundacional de la Necrópolis del Este de Madrid ~ Fotografía: Javier Jara

~La Restauración Borbónica~ 
1874~1931

-EN PREPARACIÓN-

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